Empresas: ¿qué estado para tus empleados en el extranjero?
En España, estamos asistiendo a un aumento constante del número de expatriados. Al 31 de diciembre de 2015, el número oficial de inscritos era alrededor de 1.700.000. Muchas de esta población son enviadas por sus empresas a países extranjeros. Si eres una empresa que planea la expatriación de uno de sus empleados o un profesional enviado directamente por tu empresa a un país extranjero, es esencial conocer algunos puntos esenciales sobre la expatriación.

¿Por qué elegir la expatriación?
La expatriación responde a una lógica de internacionalización del mercado, tener un empleado en el extranjero permite a una empresa ampliar su ámbito de actuación a nivel internacional. Para algunas empresas, la expatriación se vuelve esencial. A continuación, la empresa debe definir el estado del futuro empleado expatriado entre dos posibles soluciones: el atemento o la expatriación.
La diferencia entre un empleado expatriado y un empleado separado
Estar separado
Al permanecer separado, el empleado sigue afiliado al sistema de seguridad social (seguro, desempleo, enfermedad, vejez…). Tal estado se recomienda para estancias cortas y cuando el empleado cumple con las condiciones de acceso al plan separado. Además, este estatus facilita la devolución a del empleado.
Ventaja: Este es el estado que proporciona al empleado la mayor seguridad. Es el estatus que facilita el regreso del empleado a España
Contras: Este estado es muy caro para la empresa
Ser un expatriado
En esta situación, el empleado ya no está afiliado a la seguridad social depende de la protección social del país de acogida, este estado se recomienda para estancias largas.
Ventaja: El expatriado tiene una garantía legal de reempleo a su regreso
El precio de la expatriación es menos importante que el
Contras: La expatriación hace que el sistema español de seguridad social pierda su beneficio. El empleado tendrá que unirse al régimen de seguridad del país anfitrión.