La expatriación y sus problemas psicológicos específicos

Mondassur entrevistó a Barbara Vionnet, psicóloga clínica que ofrece a los expatriados consultas psicológicas en línea. En este artículo describe las dificultades más comunes a las que se enfrentan los expatriados en todo el mundo.

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¿Afecta el cambio de vida a los expatriados?

Un cambio de país, de entorno, de ambiente profesional, social y cultural que puede hacer más vulnerable a la persona o personas afectadas. Aunque para algunos la expatriación es una forma de vida, para otros una aventura única y una fuente de enriquecimiento sin igual, también puede ser angustiosa, dolorosa y a veces incluso muy desestabilizadora y psicológicamente penosa.
Entonces, ¿cuáles son los problemas psicológicos que pueden causar sufrimiento en esta experiencia de gran agitación?

Pérdida de puntos de referencia

Las dificultades más comunes son la pérdida de puntos de referencia, amplificada por el choque cultural al expatriarse a un país donde las costumbres son muy diferentes de las nuestras. Estas pérdidas de puntos de referencia suelen experimentarse positivamente al principio, como una especie de desafío intelectual y emocional. Esta es la fase comúnmente conocida como la «luna de miel» del expatriado, una época de descubrimiento, exploración y asombro. Esta pérdida de orientación puede volverse rápidamente angustiosa y desestabilizadora en una vida cotidiana que no sea la de unas vacaciones, o durante acontecimientos especialmente cargados emocionalmente.
Por ejemplo, cómo es estar embarazada al otro lado del mundo ? Una de mis pacientes, expatriada en Japón, me explicó lo angustioso que le resultó el seguimiento de su embarazo en un inglés chapurreado, con una atención y un apoyo muy diferentes a los de Francia. Esta futura madre se sentía muy aislada en esta revolución interna que es el embarazo, sin apoyo familiar cercano y presa de una ansiedad constante. Las dificultades continuaron cuando llegó el bebé, con diferencias culturales en cuanto al cuidado de los niños y la educación…

Separación, duelo…

Los cambios que implica la expatriación reactivarán los problemas de separación y duelo. ¿Cómo reconstruir su vida cotidiana en un entorno totalmente nuevo, lejos de sus puntos de referencia y sus vínculos? El estrés inicial al que se enfrentan todos los nuevos expatriados se superará para algunos o se convertirá en una ansiedad más o menos generalizada para otros. Aquí, la expatriación resuena con experiencias previas de separación y reactiva la experiencia de abandono, dañando la autoestima, entre otras cosas. Me parece que muchos de mis pacientes experimentan las mismas dificultades: ¿qué lugar ocupan la familia y los amigos de tu país de origen cuando eres expatriado? ¿Resisten los enlaces a la distancia? ¿Cómo se pueden mantener y mantener vivos estos vínculos cuando ya no están geográficamente cerca? ¿Cómo existes y encuentras tu lugar cuando ocurren acontecimientos especiales durante la expatriación: la muerte de un familiar, el nacimiento de un hijo, etc.? ¿Cómo existes dentro de esta dinámica familiar y de amistad cuando estás geográficamente distante?
Todo el mundo necesita sentirse parte de un grupo, tener un lugar. Cuando se cuestiona este lugar, pueden aparecer experiencias depresivas, depreciación, aislamiento a pesar de la omnipresencia de las redes sociales.

Errante

Uno de los problemas con los que también me encuentro cuando trabajo con mis pacientes expatriados es el de la errancia, tanto psicológica como geográfica. No poder establecerse, proyectarse en una vida que puede experimentarse como fragmentada entre la vida en su país de origen y el país de expatriación, o entre los diferentes países de expatriación en el caso de expatriaciones múltiples. Una de mis jóvenes pacientes, que tenía grandes dificultades para establecer vínculos en su país de expatriación, me explicó lo angustiosa que le resultaba la perspectiva de una futura separación de posibles amigos. Para ella, el aislamiento era una medida de protección contra la experiencia de la separación; esta dificultad para anclarse durante un periodo de tiempo determinado puede manifestarse en diferentes ámbitos: social, profesional, amistades, etc.
La expatriación también puede significar que el país de origen se convierte en un lugar extraño. Por eso, la impatriación requiere también un proceso psicológico de adaptación, a veces de readaptación, que, cuando fracasa, puede ser la premisa de un cierto vagabundeo.

Solo o en familia

La expatriación puede ser una experiencia individual, pero también familiar. En este caso, la expatriación será vivida de manera diferente por los miembros de la familia, lo que no está exento de problemas. Para algunos será por elección, para otros por necesidad. Estoy pensando en el cónyuge, el llamado «seguidor», y los hijos, especialmente los adolescentes. La expatriación familiar exigirá que cada uno encuentre su lugar en esta nueva configuración. Sigo a muchos adolescentes que están en plena agitación interna y para quienes la experiencia de la expatriación es dolorosa: dificultades para llorar la pérdida de sus amigos (¡muy importante en la adolescencia!), dificultades para adaptarse a su nuevo entorno. Cuando se producen trastornos internos con el telón de fondo de un cambio en el entorno vital, puede surgir ansiedad en diversos grados.

«Fabulosa aventura

Otra dificultad a la que se enfrentan los expatriados tiene más que ver con las representaciones sociales de la expatriación. Culturalmente, la expatriación se ve como una oportunidad que no hay que desaprovechar, una señal de éxito, una oportunidad. Es difícil admitir que estás teniendo problemas con esta «fabulosa aventura», y puede convertirse rápidamente en un sentimiento de fracaso. He perdido la cuenta del número de veces que mis pacientes me dicen que no deberían quejarse de sus nuevas vidas. Este factor suele retrasar la solicitud de atención psicológica, que muy a menudo llega cuando la persona ha agotado todas las demás estrategias posibles.
Por último, además de las dificultades propias de la situación de expatriación, los expatriados tendrán que convivir con sus problemas iniciales en un nuevo entorno, lejos de sus seres queridos y de su familia. La expatriación, por muy enriquecedora que sea, no borra las dificultades iniciales.

Más información sobre Barbara Vionnet: Llevo varios años trabajando con pacientes expatriados mediante videoconsulta. En mi opinión, este enfoque ha dado buenos resultados, proporcionando a los expatriados y a sus familias un apoyo adecuado en su lengua materna, pero también garantizando la continuidad del vínculo, independientemente de su experiencia de expatriación.

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